La historia es sencilla, llevaba poco tiempo instalado en Extremadura, y un día libre me fui a dar una vuelta por el parque natural de Cornalvo. En medio de la dehesa estaba este árbol, aparentemente seco y lo habían dejado solo, con un cielo al fondo de color intenso. Y como siempre pasa, no me resistí a fotografiarlo.
Más en 1 foto cada día (que sea posible)
1 comentario:
El pobre, estira sus brazos désolados hacia la luz...
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