Las manos habilidosas de la alfarera moldean una masa informe de arcilla. Algunos artesanos se aferran a la tradición trabajando del mismo modo que hace 5000 años, con la única ayuda de un motor eléctrico para hacer girar el torno y de un horno para cocer el barro, siendo la presión de las manos del alfarero y su habilidad las que determinan la producción de innumerables vasijas.
2 comentarios:
Me gusta.
Esta es una maravilla.
Un saludo.
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